La temporada de presentación de resultados por parte de las grandes empresas muestra los efectos financieros de las interrupciones de la cadena de suministro en las empresas industriales
El 25 de enero, los inversores, decepcionados por los malos resultados, hicieron caer el precio de las acciones de GE en un 6% después de que Larry Culp, el jefe del icono industrial, dijera que los "vientos en contra" de la cadena de suministro habían afectado especialmente a su negocio de atención sanitaria. Los ingresos del cuarto trimestre se redujeron un 3,5% en términos interanuales. El mismo día, Gregory Hayes, jefe de Raytheon, presentó resultados mixtos, señalando que la empresa de defensa había "visto su cuota de interrupciones de suministro". Otros huelen que se avecinan problemas. El 26 de enero, Boeing declaró que las cadenas de suministro no eran una "limitación", ya que su producción de aviones era baja y sus inventarios estaban llenos. Pero añadió que las materias primas, la mano de obra y los problemas logísticos eran un "elemento de vigilancia". Horas más tarde, Tesla declaró que los problemas en la cadena de suministro le habían obligado a tener fábricas por debajo de su capacidad.
La escasez de chips redujo la producción anual de automóviles en 2021 en cerca de 10 millones de unidades, o más del 10%, ya que las empresas recortaron sus pedidos al principio de la pandemia y se vieron obligadas a ponerse al final de la cola cuando la demanda se recuperó. Los signos de mejora son escasos. Este mes, Toyota dijo que reduciría la producción en 150.000 vehículos, o alrededor del 18%, en febrero por la falta de chips. GE achacó parte de los problemas de su división de salud a la escasez de chips. Las grandes empresas estadounidenses encuestadas por el Departamento de Comercio de Estados Unidos informaron de que sus inventarios de chips habían caído de 40 días en 2019 a menos de cinco días en 2021, y no esperaban ninguna mejora durante al menos los próximos seis meses. El departamento ha advertido que la continua escasez podría obligar a las fábricas a cerrar.
El transporte de mercancías tampoco se está liberando mucho. Las tarifas de los contenedores están volviendo a los niveles récord del verano pasado. Los analistas no esperan mucho alivio antes de la segunda mitad del año. La escasez de trabajadores dificulta aún más la vida. La consultora IHS Markit señala que la mano de obra de Estados Unidos está 4 millones por debajo de los niveles anteriores a la pandemia, la de Europa se ha visto alterada por la reducción del movimiento de trabajadores inmigrantes y la de Asia por los nuevos y estrictos cierres. Raytheon achaca la escasez de suministro de "piezas fundidas", vitales para las palas de las turbinas de los motores a reacción, a la falta de soldadores cualificados. La Asociación Americana de Camioneros, un organismo comercial, dijo el año pasado que la industria se enfrentaba a una escasez de 80.000 conductores de camiones.
Todas estas limitaciones aumentan los costes de las piezas, los materiales y los salarios. Si a esto le añadimos el aumento de los precios de la energía, las empresas industriales de todo el mundo se enfrentan a un duro comienzo de 2022. Con todos estos obstáculos que muestran pocos signos de desaparecer, las cadenas de suministro pueden ser una de las principales excusas si las empresas presentan resultados trimestrales decepcionantes dentro de unos meses.
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