La Comisión Europea presentó ayer su "Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente" junto con un Plan de Acción de 82 iniciativas que guiarán nuestro trabajo durante los próximos cuatro años. Esta estrategia sienta las bases de cómo el sistema de transporte de la UE puede lograr su transformación ecológica y digital y ser más resistente a futuras crisis. Tal como se indica en el Pacto Verde Europeo, el resultado será una reducción del 90% de las emisiones para 2050, gracias a un sistema de transporte inteligente, competitivo, seguro, accesible y asequible.
Frans Timmermans, Vicepresidente Ejecutivo del Pacto Verde Europeo, ha declarado:
Para alcanzar nuestros objetivos climáticos, las emisiones del sector del transporte deben seguir una clara tendencia a la baja. La estrategia de hoy cambiará la forma en que las personas y las mercancías se mueven por Europa y facilitará la combinación de diferentes modos de transporte en un solo viaje. Hemos fijado objetivos ambiciosos para todo el sistema de transportes a fin de garantizar un retorno sostenible, inteligente y resistente de la crisis COVID-19.
Por su parte, la Comisaria de Transportes, Adina Vălean, comentó:
Como columna vertebral que conecta a los ciudadanos y las empresas europeas, el transporte nos importa a todos. No tenemos tiempo que perder para ponerlo a punto para el futuro. Las tecnologías digitales tienen el potencial de revolucionar la forma en que nos movemos, haciendo que nuestra movilidad sea más inteligente, más eficiente y también más ecológica. Tenemos que ofrecer a las empresas una vía clara para las inversiones ecológicas que tendrán que hacer en las próximas décadas. Mediante la aplicación de esta estrategia, crearemos un cambio irreversible hacia la movilidad de emisiones cero, al tiempo que haremos que nuestro sistema de transporte sea más eficiente y resistente.
Hitos para un futuro inteligente y sostenible:
Todos los modos de transporte deben ser más sostenibles, con alternativas ecológicas ampliamente disponibles y con los incentivos adecuados para impulsar la transición. Los hitos concretos mantendrán en marcha el viaje del sistema de transporte europeo hacia un futuro inteligente y sostenible:
Objetivos para 2030:
- Al menos 30 millones de coches con cero emisiones circularán por las carreteras europeas.
- 100 ciudades europeas serán climáticamente neutras.
- El tráfico ferroviario de alta velocidad se duplicará en toda Europa.
- Los viajes colectivos programados para trayectos inferiores a 500 km serán neutros desde el punto de vista del carbono.
- La movilidad automatizada se desplegará a gran escala.
- Las embarcaciones marítimas con cero emisiones estarán listas para el mercado.
Objetivos para 2035:
- Las grandes aeronaves con cero emisiones estarán listas para el mercado.
Objetivos para 2050:
- Casi todos los coches, furgonetas y autobuses, así como los nuevos vehículos pesados, serán de cero emisiones.
- El tráfico ferroviario de mercancías se duplicará.
- Una Red Transeuropea de Transporte (RTE-T) multimodal y plenamente operativa para un transporte sostenible e inteligente con conectividad de alta velocidad.
10 áreas clave de actuación para hacer realidad la visión:
Para hacer realidad estos objetivos, la estrategia identifica un total de 82 iniciativas en 10 áreas clave de actuación, cada una con medidas concretas.
Sostenible:
Para que el transporte sea sostenible, en la práctica esto significa:
- Impulsar la adopción de vehículos, barcos y aviones de emisiones cero, combustibles renovables y de baja emisión de carbono e infraestructuras relacionadas, por ejemplo, instalando 3 millones de puntos de recarga públicos para 2030.
- Crear aeropuertos y puertos con cero emisiones, por ejemplo, mediante nuevas iniciativas para promover los combustibles marítimos y de aviación sostenibles.
- Hacer que la movilidad interurbana y urbana sea saludable y sostenible, por ejemplo, duplicando el tráfico ferroviario de alta velocidad y desarrollando más infraestructuras para bicicletas en los próximos 10 años.
- Hacer más ecológico el transporte de mercancías, por ejemplo, duplicando el tráfico de mercancías por ferrocarril para 2050.
- Poner un precio al carbono y ofrecer mejores incentivos a los usuarios, por ejemplo, aplicando un amplio conjunto de medidas para conseguir una tarificación justa y eficiente en todo el transporte.
Inteligente:
La innovación y la digitalización determinarán la forma de desplazarse de los pasajeros y las mercancías en el futuro si se dan las condiciones adecuadas. La estrategia prevé:
- Hacer realidad la movilidad conectada y automatizada, por ejemplo, haciendo posible que los pasajeros compren billetes para viajes multimodales y que las mercancías cambien sin problemas de un modo de transporte a otro.
- Impulsar la innovación y el uso de los datos y la inteligencia artificial (IA) para una movilidad más inteligente, por ejemplo, apoyando plenamente el despliegue de drones y aviones no tripulados y otras acciones para construir un Espacio Común Europeo de Datos de Movilidad.
Resistente:
El transporte ha sido uno de los sectores más afectados por la pandemia del COVID-19, y muchas empresas del sector están experimentando inmensas dificultades operativas y financieras. Por ello, la Comisión se compromete a:
- Reforzar el mercado único - por ejemplo, mediante el refuerzo de los esfuerzos y las inversiones para completar la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T) de aquí a 2030 y apoyar al sector para que vuelva a construirse mejor mediante el aumento de las inversiones, tanto públicas como privadas, en la modernización de las flotas de todos los modos.
- Hacer que la movilidad sea justa y equitativa para todos, por ejemplo, haciendo que la nueva movilidad sea asequible y accesible en todas las regiones y para todos los pasajeros, incluidos los de movilidad reducida, y haciendo que el sector sea más atractivo para los trabajadores.
- Aumentar la seguridad y la protección del transporte en todos los modos de transporte, incluso reduciendo a cero el número de víctimas mortales de aquí a 2050.
Dado que el transporte contribuye a cerca del 5% del PIB de la UE y da empleo a más de 10 millones de personas en Europa, el sistema de transporte es fundamental para las empresas europeas y las cadenas de suministro mundiales. Al mismo tiempo, el transporte no está exento de costes para nuestra sociedad: emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes, ruido, accidentes de tráfico y congestión. En la actualidad, las emisiones del transporte representan alrededor de una cuarta parte de las emisiones totales de GEI de la UE.
Este impulso a la transformación del transporte se produce en un momento en que todo el sector se encuentra aún con las repercusiones del coronavirus. Con el aumento de la inversión pública y privada en la modernización y ecologización de nuestras flotas e infraestructuras, y con el refuerzo del mercado único, tenemos ahora una oportunidad histórica de hacer que el transporte europeo no sólo sea más sostenible, sino más competitivo a nivel mundial y más resistente a cualquier choque futuro.
Sin embargo, esta evolución no debe dejar a nadie atrás: es crucial que la movilidad esté disponible y sea asequible para todos, que las regiones rurales y remotas sigan conectadas y que el sector ofrezca buenas condiciones sociales y proporcione empleos atractivos.
Puedes leer el comunicado oficial de la Unión Europea desde el siguiente enlace.
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