Tesla se enfrenta irónicamente a la oposición de grupos ecologistas en Alemania que afirman que la planta de producción de Giga Berlín del fabricante de automóviles, que aún no ha empezado a fabricar coches, producirá gases venenosos que saldrán de la planta.
Las afirmaciones son extrañas e irónicas, sobre todo teniendo en cuenta que Tesla es una de las empresas más concienciadas con el medio ambiente a nivel global y, sin duda, la más respetuosa con la Tierra en el sector del automóvil.
A finales de 2019, el CEO de Tesla, Elon Musk, anunció que la compañía comenzaría a fabricar coches en Europa, una región muy popular para los vehículos eléctricos. Tesla ha seguido funcionando relativamente bien a pesar de no tener una planta de producción activa actualmente allí. Desde entonces, Tesla ha levantado una de las instalaciones de producción de vehículos más sofisticadas y avanzadas del mundo, donde se ubicarán las baterías de los vehículos eléctricos, las versiones de nueva ingeniería del crossover Model Y y un taller de pintura de primera clase.
Lamentablemente, a pesar de que Tesla sólo produce coches eléctricos, los grupos ecologistas no han dejado de acosar al fabricante de automóviles. Un nuevo informe de Reuters afirma que dos entidades medioambientales alemanas han presentado objeciones contra los permisos provisionales que la Autoridad Medioambiental de Brandenburgo concedió a Tesla a principios de este año.
Tesla ha recibido varias aprobaciones preliminares para realizar procesos de construcción en Berlín. Todo, desde la instalación de la maquinaria de producción hasta la consolidación de los cimientos de la planta de baterías prevista, requiere la aprobación de la Autoridad Medioambiental de Brandemburgo. Recientemente, Teslarati informó de que Tesla había presentado una solicitud para producir células de vehículos eléctricos en una fábrica de baterías in situ. Si se aprueba, Tesla podría producir en masa sus celdas en Alemania, una medida que aumentaría en gran medida la eficiencia de la cadena de suministro de Tesla, teniendo en cuenta que las primeras 4.680 celdas de batería que van a los vehículos fabricados en Giga Berlín se enviarán desde el norte de California.
Sin embargo, los grupos ecologistas, identificados como NABU y Gruene Liga, se oponen a la aprobación de Tesla. Los grupos están molestos por la producción de las baterías:
La objeción se basa en la afirmación de que Tesla no ha aclarado suficientemente qué precauciones tomará para evitar que el gas altamente venenoso se escape de la fábrica, según el documento de objeción.
En el pasado, Tesla ha tenido roces con grupos ecologistas de Berlín que han expresado diversas preocupaciones sobre el impacto de la planta de coches eléctricos. Un grupo, al principio del proyecto de construcción de Giga Berlin, dijo que le preocupaba el uso de agua en la planta, y si se produciría una contaminación de las aguas subterráneas. Las últimas proyecciones indican que Tesla utilizará mucha menos agua de la que se había estimado.
Por ahora, no se sabe hasta dónde llegará la apelación del grupo ecologista, pero planean acudir a los tribunales si las autoridades estatales no solicitan la suspensión del permiso antes del 16 de junio.
Tesla ha evitado que más de 17,5 millones de toneladas de CO2 entren en la atmósfera terrestre sólo con sus vehículos. Sin embargo, los grupos ecologistas siguen ignorando este hecho, pensando constantemente en las emisiones que se producen al fabricar los coches. La producción de los vehículos de Tesla conlleva emisiones. Sin embargo, después de que un cliente reciba su coche, el Tesla emitirá cero contaminación gracias a su tren motriz respetuoso con el medio ambiente.
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